Wednesday, May 24, 2006

Saló o los 120 días de Sodoma. La estética del terror.

El Mundo No me quiere pero no lo sabe........ (Pier Paolo Pasolini)


Pocos cineastas han logrado provocar de manera inteligente a la sociedad para hacer una reflexión profunda sobre el Estado de la condición humana, Pasolini es uno de ellos. Cuando uno escucha los comentarios sobre Saló o los 120 días de Sodoma (1975) uno puede caer fácilmente en la idea de que es una película cercana a la pornografía; nada más falso, consideramos que el objetivo de la pornografía es excitar el deseo sexual y esta obra con un fuerte contenido sexual esta más cercana al horror y la tragedia que al erotismo.

La trama. Es una adaptación libre del la obra Los 120 días de Sodoma (1785) del Marqués de Sade (1740-1814), ubicada en la República de Saló (evocando la Republica de Saló creada por Benito Mussolini). Un grupo de jerarcas (fácilmente identificados como fascistas) selecciona a 9 chicas y 9 jóvenes, todos vírgenes, para llevar a cabo una especie de experimento dirigido a probar la hipótesis que “todo exceso es bueno”. Los jerarcas, los jóvenes y unas prostitutas se encierran en una villa, se redacta un código que dará orden a las jornadas de desenfreno. Los jóvenes son violados, degradados, torturados y sometidos a inumerables perversiones. La historia se estructura de una manera muy similar a La Divina Comedia de Dante Alighieri (1265-1321); un Círculo de la Obsesión que es el primer escalón del descenso de los jerarcas hacia la degradación sexual de los jóvenes, donde realizan todo tipo de actos sexuales; El Circulo de la Mierda, que mezcla las fantasías eróticas con la escatología y El Circulo de la Sangre, que es final, donde el ser sometido alcanza paz con la muerte.

La estética del terror: recreando el fascismo. Indudablemente la trama ya descrita nos remite a una película cruel, terrorífica y muy difícil de digerir, recomendársela a un amigo pareciera ser una broma de muy mal gusto. Sin embargo, la trasgresión que hace Pasolini, merece un tratamiento más razonado y menos pasional. Es indudable que esta película logra crear un discurso estético, entendiendo a la estética en un sentido más amplio al tradicional tratamiento de Aristóteles o Kant, es decir si entendemos a la estética como un estudio de lo relativo al arte, sin limitar nuestra concepción al estudio de lo Bello. En este sentido Pasolini logra ambientar de manera magistral una estética del terror, del horror de la crueldad humana. Durante los 116 minutos de la película, uno experimenta sentimientos como la vergüenza, la repulsión, asco y muchos más. Y nos es un miedo hacia seres sobrenaturales o extraterrestres, es un terror hacia el exceso que sabemos que la humanidad ha cometido y sigue lo haciendo. El fuerte contenido sexual tan solo es un pretexto para abordar un tema aún más complejo, la relación entre el sometido y el opresor, dialéctica que explica grandes crímenes de la humanidad. Pasolini no necesito toda la parafernalia norteamericana para recrear los horrores del poder y sus excesos, la adoración del poder en sí mismo.

El director utiliza referencias artísticas e históricas para guiarnos hacia el infierno, es una especie de Virgilio, que con imágenes nos recrea las atrocidades de la humanidad. Adapta de manera correcta la obra de un personaje muy controvertido de la literatura, el Marqués de Sade, quien escribió este libro en su celda en la Bastilla y es considerada una obra gótica de difícil lectura., Pasolini cambia a los nobles franceses absolutistas de Sade y los remplaza por fascistas de la República de Saló. La República Social Italiana, o mejor conocida como la República de Saló fue creada por Benito Mussolini en 1943 en el norte de Italia esta república fascista albergaba a fascistas de toda Europa: falangistas españoles, los ultraderechistas franceses, nazis alemanes y cruces flechadas de Hungría.

De la música empleada por la película se escucha a Carmina Burana (1938) de Carl Orff (1895-1982) cuyo apoyo al nazismo es bien conocido; el resto de la música es de Ennio Marricone. También se da lectura los Cantos del poeta norteamericano Ezra Pound (1885-1972) , creador de la vanguardia literaria conocida como el imaginismo, y cuya poesía hace referencia a Homero, Confucio o La Divina Comedia; Pound en la Segunda Guerra mundial realizó transmisiones de radio, desde Radio Roma, para pedir que su país no invadiera a la Italia fascista, con la cual comulgaba.

Una metáfora que define bien a la película y al concepto que Pasolini tiene del fascismo es el uso sin medida del poder, llevado a la degradación sexual como una forma de adorar al poder en sí mismo.


De la vida de Pasolini. Pier Paolo Pasolini (1922-1975): Director de cine, poeta, ensayista, filólogo, columnista en periódicos, teórico cinematográfico, agitador político, homosexual confeso, es todo un icono de la cultura italiana. Dirigió a Orson Wells, colaboró con Andy Warhol, persuadió a María Callas para que fuera su estrella en una película, desafío a la poderosa industria cinematográfica italiana de las posguerra película tras película, comunista radical que censuraba a las naciones poderosas por su ambición de riqueza y veía en el nuevo capitalismo (basado en el consumismo) a la nueva forma de fascismo.

Una noche de noviembre de 1975 su carro, un alfa Romeo 2000GT, fue encontrado en manos de un joven de 17 años llamado Pino Pelosi, a quien acusaron, en un inicio, de robo. Después encontraron el cuerpo de Pasolini, ya sin vida, brutalmente golpeado. El joven confesó su crimen, declaró que contactó con el director, subió a su carro, tuvieron roces sexuales, pero cuando Pasolini le propuso un acto sexual, él se molestó e inició la salvaje golpiza. Pelosi fue condenado a 9 años y 2 meses de prisión.

Hace unos meses la televisora pública RAI-3 entrevistó a Pelosi, quien se retractó de sus declaraciones de hace 30 años, dijo que él no fue el culpable, sino que fueron tres los asesinos de Pasolini, en el programa televisivo Las sombras del misterio reveló que él encontró a Pasolini cerca de una terminal del tren, subieron al carro, recibió 22,000 liras por favores sexuales y fue entonces cuando los desconocidos llegaron a atacar a Pasolini. Pelosi tomó el carro y escapó.

El asesinato de Pasolini fue y sigue siendo un misterio, cabe destacar que su asesinato ocurre a muy poco tiempo de haberse estrenado Salo o los 120 días de Sodoma. Existen varias especulaciones sobre el crimen. Una versión habla sobre el secuestro del original de la película, que fue la causa real del asesinato del director.

Probablemente nunca se sepa la verdad en torno al asesinato de Pasolini, un personaje incomodo para el sistema político, un trasgresor. A su muerte la prensa italiana dijo que Pasolini fue encontrado culpable de asociación artística.

Salo o los 120 de Sodoma es una película que, para los amantes del cine, tarde o temprano tiene que ser vista. Muchos aconsejan que sea en soledad para que ese espejo, que es la película misma, donde la humanidad se ve reflejada, no nos asuste y avergüence tanto, o al menos podamos disimularlo.




Rubén Nava Noguerón
ranava64@gmail.com

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