Wednesday, May 24, 2006

Un Perro Andaluz (Un Chien andalou)




“....¿ Debemos continuar juzgando todas las cosas por el origen, por la fuente, por la base, por la causa, por la razón, en resumen, por los antecedentes ?.......” Gastón Bacherlad [1]



Luis Buñuel (1900-1983) logró crear una de las secuencias más impactantes de toda la historia del cine: aquella donde una navaja corta el ojo de una mujer. Un perro Andaluz (1929) primer trabajo del director aragonés, un cortometraje (17 minutos) hoy aclamado y reconocido, en su tiempo fuertemente criticado y censurado. Obra asociada con el movimiento surrealista y que cuenta con la colaboración de Salvador Dalí.

La trama. Los objetos surrealistas se caracterizan por algunos atributos entre ellos: ser inesperados, ininteligibles, inidentificables e inexplicables. Es evidente que intentar describir la trama de esta película surrealista podría ser un error, a pesar de ello, asumo el riesgo.

Un hombre (Buñuel) afila una navaja de afeitar mientras fuma, después de contemplar como una nube pasa delante de la luna, corta el ojo de una joven que está sentada en una silla. Ocho años después, un ciclista extrañamente vestido se accidenta en la calle; una joven, que observa, lo socorre y lo lleva a su habitación, ahí el ciclista contempla su mano, que tiene una llaga de la cual surgen hormigas. El ciclista acosa a la joven, un incidente callejero los distrae: una mujer de aspecto andrógino con bastón observa y juega con una mano cortada que está a media calle entre un grupo de curiosos, un policía recoge la mano y la deposita en una caja, se la da a la mujer que la contempla y es atropellada por un auto. Después el ciclista excitado ataca sexualmente a la mujer, ella se resiste, en medio de su excitación a él le sale un liquido por la boca y tiene los ojos en blanco, De momento el ciclista jala dos cuerda, que a manera de yunta, trae amarrado dos pianos, sobre ellos dos burros putrefactos y a lo largo de las cuerdas van dos hermanos maristas.

He intentado describir parte de la trama, pero es un ejercicio sin mucho sentido. Más bien podemos decir que son una serie de escena sin conexión lógica, con tramas a medias y una narrativa discontinua en espacio y tiempo.

Sobre el film. El propio Buñuel cuenta algunas situaciones entorno a la película [2]. El argumento de este cortometraje surge de dos sueños de los creadores del guión: Buñuel había soñado con la escena de la luna y el ojo cortado a la la mujer, Salvador Dalí por su parte soñó con una mano de donde salían hormigas, se reunieron después en Figueres y en menos de una semana terminaron el guión, siguiendo la regla de no aceptar idea o imagen alguna que pudiera dar lugar a explicación racional, psicológica o cultural, abrir todas las puertas a lo irracional. Ha declaraciones de Buñuel donde describe el método de trabajo, que es una método similar al utilizado por Breton y Soupault en Los campos magnéticos .[3]

Existe una gran controversia respecto a la autoría del guión y que partes corresponde a cada uno de los autores[4]. Por ejemplo la escena del ojo cortado a la mujer, en sus memorias [5] Buñuel refiere que este fue un sueño de él, pero hay evidencias que Buñuel contó a Georges Bataille, después de la filmación, que Dalí soñó con una nube larga y estrecha que atravesaba la luna y que eso le causaba mucha angustia al pintor, otra pista es que en 1924 Dalí pinta un retrato de Buñuel, , en el se vé una nube , muy similar a la de la película, cerca del ojo derecho del aragonés; por otra parte, existe un texto de Dalí , de 1926, donde habla del ojo de una muchacha amenazado por una navaja. El asunto se complica más cuando se cuenta que José Moreno Villa, habitante de la Residencia de Estudiantes, contó que había soñado que se cortaba el ojo con la navaja, mientras se rasuraba y, por último, que existe un cuadro del pintor Mantenga, titulado El Tránsito de la virgen, donde hay una nube puntiaguda que secciona un ojo (cuadro que ambos artistas admiraban en El Prado). Y así en cada secuencia podemos encontrar grandes controversias sobre su autoría, incluso una declaración de Dalí donde minimiza la participación de Buñuel y él se atribuye la autoría.

Luis Buñuel contaba con dinero que le había regalado su madre para este proyecto (él mismo confiesa que cuando regresó a París ya se había gastado la mitad de ese dinero en salas de fiestas), así que él mismo realizo la producción de su debut. En París contactó a los actores; al fotógrafo Duverger, quién también realizó la fotografía de La edad de oro (1930), y filmaron en 15 días. Dalí no estuvo presente en los primeros días de filmación, se incorporó tres o cuatro días antes del final. Mucho se especula sobre si Dalí participa como actor, en la toma de los hermanos Maristas; Buñuel acepta que se filmó dicha secuencia con Dalí, pero no es la que se montó finalmente.

Originalmente la película era silente, hasta una versión de 1960, que es la que ahora se proyecta, se incluye el preludio de Tristán e Isolda (1865) de Richard Wagner (1813-1863) y un Tango argentino.

Los actores contaba con poca experiencia, Pierre Batcheff había trabajado en la película Napoleón (1927) de Abel Gance, en un papel secundario interpretando al general Lazare Hoche. El actor de origen ruso se sucidó en 1932 y años después su viuda ayudó a Buñuel a realizar su viaje a México.

Una vez que terminó la película un amigo le presentó al fotógrafo Man Ray, quien ya pertenecía al movimiento surrealista. Ray acababa de filmar un documental sobre la mansión de los vizcondes de Noailles, film titulado El misteris del Castell de Dé, y andaba buscando un complemento para el programa de exhibición. Man Ray junto con Louis Aragón vieron la película y les gustó, e invitaron a Buñuel a una sesión con el grupo de los surrealistas.

La película se proyecta París, en Studio des Ursulines para un público muy selecto[6] en una invitación de paga. A esa función asistieron, además de todo el grupo surrealista, Picasso, Le Corbusier, Cocteau, Christian Bread, Charles Noailles (quien en 1930 financiaría a Buñuel La edad de oro) y George Auric. Buñuel estaba temeroso de la reacción de los surrealistas, pues tiempo atrás en el estreno de la película La concha y el clérigo (1928) de Germain Dulac, con un guión de Antonin Artaud, los surrealistas interrumpieron la proyección, escandalizaron por que según ellos la película debilitó la brutalidad del texto, Breton calificó públicamente a Dulac de “vaca” [7]. Buñuel asistió a esa presentación con los bolsillos llenos de piedras, para defenderse, si la proyección era un fracaso, pero no las necesitó, la presentación fue un éxito.

Después del estreno, el Studio 28 compró la película, y se exhibió por cerca de 8 meses. La policía recibió acusaciones que pedían se prohibiera por obscena y cruel, incluso se habla de dos abortos en medio de la proyección de la película.

Federico García Lorca, que fue amigo de Buñuel y Dalí, se sintió aludido y ofendido por el título del film, y declaró a un amigo “ Buñuel ha hecho una mierdesita así de pequeña que se llama Un perro andaluz y el perro andaluz soy yo [8]” .Es importante aclarar que Lorca no estaba en Europa, andaba en América, así que no pudo haber visto la película, a lo mucho en esos días habría leído el guión que se público en varias revistas. Lorca en respuesta a Buñuel escribió el guión de una película, Viaje a Luna (1930) y se la entregó al cineasta mexicano Emilio Amero pero no se filmó; en 1989 la viuda de Amero recató el manuscrito, lo compró la Biblioteca Nacional de España y en 1998 se filmaron dos versiones de esta película [9]. Sobre el título del film existen muchas leyendas: que si era un libro de poemas de Buñuel (que nunca publicó) que si tenía otros nombres ( La marista de la ballesta o Dangereuxde se pencher en dedans) y en último momento se cambió; en última instancia estas versiones sólo han ayudado a acrecentar el mito.

Chaplin contaba con una sala de proyecciones en su casa, era un gran admirador de Buñuel, se cuenta que contaba con una copia de El perro andaluz y que cada vez que veía la proyección se desmayaba con la primera escena.

Una última anécdota curiosa sobre la película es que Buñuel fue juzgado por una corte de los surrealistas, su delito fue haber autorizado la publicación del guión de la película en la revista belga Variétés, considerada por el grupo como burguesa. Fue sentenciado a pedir que nos se publicara, pero ya estaba en imprenta; después se le entregó un martillo para que destruyera las placas de imprenta, pero la revista estaba lista. Su última sentencia lo obligó a publicar en 16 periódicos una carta de indignación y protesta, ya que él no había autorizado que la revista publicara el guión, además de escribir un prólogo que afirmara que la película era un llamamiento público al asesinato. Buñuel lo hizo, a pesar de no estar muy de acuerdo. Tiempo después definiría al surrealismo como movimiento poético revolucionario y moral.

Se cuenta que Buñuel mareado por éxito de la película declaró. “Una masa de imbéciles que ha encontrado hermoso y poético lo que en el fondo no es más que una desesperada, apasionada llamada a la muerte” [10].


El perro Andaluz y el surrealismo. Cuando se escribe la película Buñuel y Dalí aún no pertenecían al movimiento surrealista, pero ya trabajaban con sus influencias. Buñuel cuenta dos anécdotas que muestran la influencia en él del surrealismo[11]. En 1928 él y Pepín Bello fueron invitados a hablar de cine de vanguardia en la exhibición de películas de René Clair y otros, reunión a la que asistió Ortega y Gasset y lo mejor de la sociedad madrileña; al inicio de conferencia estos dos personajes tenían la intención de anunciar el inicio de un concurso de menstruación y señalar al primer premio, pero aquel acto, eminentemente surrealista, no se concretó. También cuenta que su asistencia a una conferencia de Louis Aragón, en la Residencia de Estudiantes de Madrid, sobre el surrealismo, fue una influencia determinante para él. Es hasta después del éxito de su primera película que es invitado a formar parte del grupo surrealista.

Es indiscutible que son sus primera películas las que están mas influenciadas por esta vanguardia. Es por ello que Un Perro Andaluz resulta tan difícil para su descripción y el análisis esta condenado al fracaso, incontables trabajos lo han intentado y dejan más dudas que certezas. Simplemente, como muchas veces sucede en el arte, tenemos que limitarnos a admirarla. , sin buscar mayor explicación. Ciertamente la corriente surrealista y sus influencias, pueden ser objeto de profundos análisis y de buscar sus fundamentos filosóficos y sociales.

Los trabajos posteriores de Buñuel son más accesibles al espectador, a la crítica y análisis, ya que se alejan del purismo surrealista y están fundamentados en maneras más tradicionales de hacer cine. Aunque es importante destacar que el trabajo de Buñuel está caracterizado por un doble fondo, uno si pudiéramos llamarle realista y otro, que nunca perdió, surrealistas. En todos sus trabajos posteriores está presente una secuencia o una toma, objetos o situaciones que no tienen mayor explicación. Incluso en su gran película Los Olvidados (1950) podríamos reconocer tres niveles: uno realista, otro surrealista y la influencia del neorrealismo italiano.

También cabe destacar que buena parte de su producción cinematográfica se realizó en México. Para el mexicano que ve estas películas predomina más un plano realista, representando plenamente la cultura popular del mexicano; sin embargo, la mirada de un extranjero descubrirá muchos elementos surrealistas, no olvidemos que el propio Bretón definió a México como país con naturaleza surrealista.

Un Perro Andaluz es una obra maestra no sólo del surrealismo, sino de la cinematografía, que debemos contemplar y admirar sin buscar mayores explicaciones. Pero también debemos de aprender que no todo lo que parece incomprensible, a primera vista, es surrealista, error presente en muchos críticos de arte y cine [12]

La película se vende en tiendas en formato DVD , cuesta un poco de trabajo encontrarla y es un poco cara, pero vale la pena que la admiren y forme parte de su videoteca.

Rubén Navamailto:Navarnava64@gmail.com

[1] Citado en : Puelles Romero Luis, El Desorden Necesario (Filosofía del objeto surrealista), CendeaC, Murcia, 2005, pag. 26.

[2] Buñuel, Luis; Mi último suspiro; Plaza & Janés Editores, Barcelona, 1982.

[3] Citado en: Gibson Ian , Dalí Joven, Dalí genial, Santillana Ediciones, Madrid, 2004, pag- 322.

[4] Ian Gibson Op. Cit. pag. 324.

[5] Buñuel Luis, Op. Cit:

[6] Datos citados en: Llongueras Lluís, DALI , Ediciones B, Barcelona, 2004, pag. 511.
[7] Pasaje reseñado en: Soberón Torchia Edgar, Un siglo de cine, Cinememoria, México 1995, pag. 121.

[8] Citado en: Sesé José María, El cine en 111 películas, Ediciones Internacionales Universitarias, 1998, Madrid. pag. 273.

[9] Información citada en : Carnero Guillermo; Un Perro andaluz, de Dalí y Buñuel, y viaje a la luna de García Lorca; http://www.revistasculturales.com/ .

[10] Citado en : Seguin Jean-Claude, Historia del cine español, Acento editorial, Madrid, 1995, pag. 18.

[11] Buñuel Luis, Op. Cit.

[12] En la obra citada de Edgar Soberón califica de surrealista a Alejandro Jodoroswsky, quien pertenece a un movimiento distinto.

Fanny y Alexander

Corría el año de 1982 o 1983, no recuerdo bien, en uno de los desaparecidos cines de Paseo de la Reforma; estaba yo en una etapa donde pensaba que el cine era sólo para divertirse. Se entenderá que al ver Fanny y Alexander (Bergman, 1982) por primera vez, no me causó gran impacto, es más, salí con más dudas que certezas. Que equivocado estaba. Hoy, a mas de dos décadas, y gracias a la magia del DVD pude, ahora si, gozar y vivenciar esta gran obra.

Es difícil imaginar una película de Bergman de más de tres horas de duración, en color y sin Max Von Sydow y/o Liv Ullmann . Salvo contadas excepciones, estos elementos se dan en alguna combinación.

Bergman nos cuenta una historia digna de profundas reflexiones. La familia Ekdahl se reúne para celebrar la navidad de 1907 en un poblado de Suecia. Helena es la abuela y cabeza de familia, con tres hijos; uno de ellos, Oscar, fallece tras una breve enfermedad. El obispo de la ciudad, después de consolar a la viuda, se casará con ella. Fanny y Alexander, hijos de Oscar, sufren el cambio de vida, pasan, obligados por su nuevo padre, de una posición acomodada, a una austeridad desoladora. Emilie, la viuda, en estado de embarazo acude a la familia de su esposo fallecido, para salvar a sus hijos de los maltratos del obispo-padrastro. Un comerciante judío, amigo de Helena, ayuda a rescatar a los niños. Alexander desea la muerte de su padrastro, y en la fuga de Emilie para reencontrarse con sus hijos, el padrastro muere carbonizado en un fatal accidente.

Una película con una estética casi perfecta, con un trabajo de fotografía impecable de Sven Nykvist, fiel colaborador de Bergman. Todo inicia como un cuento navideño, con la representación del Cascanueces, con elementos que hacen recordara Charles Dickens. La trama se desarrolla entorno a una compañía teatral, dirigida por Oscar, el cual enferma en plena representación de Hamlet. La música de Devorak y Chopin enmarcan la película bellamente de manera muy discreta.

Un guión resuelto de manera magistral, nos muestra la cosmovisión de Alexander en un cuento navideño lleno de fantasía en ese papel de niño-victima encerrado en una dualidad de un mundo de blanco y negro (propio de Dickens) y a la vez jugando un papel del príncipe Hamlet, introduciendo en el guión elementos de la obra de Shakespeare.

Una película personal. Si revisamos la vida De Ingar Bergman nos daremos cuenta que aquí hay elementos autobiográficos. Nacido en 1918 en Upsala, Suecia, es hijo de un pastor protestante que llegó a capellán de una familia real de su país, vivió su niñez en un ambiente espiritual. Con padres distanciados, en un ambiente familiar donde cada cual vivía su propio mundo. Se educó en la universidad de Estocolmo donde estudió literatura e historia del arte. Trabajo como ayudante en la Opera real de Estocolmo.

Una obra multidisciplinaria. Hoy está tan de moda hacer arte multidisciplinario, y esta cinta de Bergman nos muestra que es una vieja técnica. El directo maneja el mundo literario, la fotografía, ambientación, la narrativa y el ensayo filosófico en una mezcla muy bien balanceada.

Un cine de autor. Las etiquetas para definir géneros y estilos cinematográficos son muy limitadas y a veces estorban. Pero haciendo honor a un gran director, Bergman se merece encabezar esta categoría.

Un ensayo filosófico y psicológico. Bergman se cuestiona sobre la vida y la muerte, el matrimonio y las relaciones de pareja, la justicia divina y la existencia de Dios, la inocencia infantil y la pérdida de ella. Son varios los temas que aborda, y con una respuesta a cada uno de ellos, y es tan cuidosa la construcción psicológica de los personajes, que esta película, como muchas otras de él, merecen ser llamados ensayos.

Ingmar Bergman es sin lugar a duda un hombre que ha legado a la humanidad una obra que merece ser revisada con detenimiento.


Rubén Nava
rnava64@gmail.com

Saló o los 120 días de Sodoma. La estética del terror.

El Mundo No me quiere pero no lo sabe........ (Pier Paolo Pasolini)


Pocos cineastas han logrado provocar de manera inteligente a la sociedad para hacer una reflexión profunda sobre el Estado de la condición humana, Pasolini es uno de ellos. Cuando uno escucha los comentarios sobre Saló o los 120 días de Sodoma (1975) uno puede caer fácilmente en la idea de que es una película cercana a la pornografía; nada más falso, consideramos que el objetivo de la pornografía es excitar el deseo sexual y esta obra con un fuerte contenido sexual esta más cercana al horror y la tragedia que al erotismo.

La trama. Es una adaptación libre del la obra Los 120 días de Sodoma (1785) del Marqués de Sade (1740-1814), ubicada en la República de Saló (evocando la Republica de Saló creada por Benito Mussolini). Un grupo de jerarcas (fácilmente identificados como fascistas) selecciona a 9 chicas y 9 jóvenes, todos vírgenes, para llevar a cabo una especie de experimento dirigido a probar la hipótesis que “todo exceso es bueno”. Los jerarcas, los jóvenes y unas prostitutas se encierran en una villa, se redacta un código que dará orden a las jornadas de desenfreno. Los jóvenes son violados, degradados, torturados y sometidos a inumerables perversiones. La historia se estructura de una manera muy similar a La Divina Comedia de Dante Alighieri (1265-1321); un Círculo de la Obsesión que es el primer escalón del descenso de los jerarcas hacia la degradación sexual de los jóvenes, donde realizan todo tipo de actos sexuales; El Circulo de la Mierda, que mezcla las fantasías eróticas con la escatología y El Circulo de la Sangre, que es final, donde el ser sometido alcanza paz con la muerte.

La estética del terror: recreando el fascismo. Indudablemente la trama ya descrita nos remite a una película cruel, terrorífica y muy difícil de digerir, recomendársela a un amigo pareciera ser una broma de muy mal gusto. Sin embargo, la trasgresión que hace Pasolini, merece un tratamiento más razonado y menos pasional. Es indudable que esta película logra crear un discurso estético, entendiendo a la estética en un sentido más amplio al tradicional tratamiento de Aristóteles o Kant, es decir si entendemos a la estética como un estudio de lo relativo al arte, sin limitar nuestra concepción al estudio de lo Bello. En este sentido Pasolini logra ambientar de manera magistral una estética del terror, del horror de la crueldad humana. Durante los 116 minutos de la película, uno experimenta sentimientos como la vergüenza, la repulsión, asco y muchos más. Y nos es un miedo hacia seres sobrenaturales o extraterrestres, es un terror hacia el exceso que sabemos que la humanidad ha cometido y sigue lo haciendo. El fuerte contenido sexual tan solo es un pretexto para abordar un tema aún más complejo, la relación entre el sometido y el opresor, dialéctica que explica grandes crímenes de la humanidad. Pasolini no necesito toda la parafernalia norteamericana para recrear los horrores del poder y sus excesos, la adoración del poder en sí mismo.

El director utiliza referencias artísticas e históricas para guiarnos hacia el infierno, es una especie de Virgilio, que con imágenes nos recrea las atrocidades de la humanidad. Adapta de manera correcta la obra de un personaje muy controvertido de la literatura, el Marqués de Sade, quien escribió este libro en su celda en la Bastilla y es considerada una obra gótica de difícil lectura., Pasolini cambia a los nobles franceses absolutistas de Sade y los remplaza por fascistas de la República de Saló. La República Social Italiana, o mejor conocida como la República de Saló fue creada por Benito Mussolini en 1943 en el norte de Italia esta república fascista albergaba a fascistas de toda Europa: falangistas españoles, los ultraderechistas franceses, nazis alemanes y cruces flechadas de Hungría.

De la música empleada por la película se escucha a Carmina Burana (1938) de Carl Orff (1895-1982) cuyo apoyo al nazismo es bien conocido; el resto de la música es de Ennio Marricone. También se da lectura los Cantos del poeta norteamericano Ezra Pound (1885-1972) , creador de la vanguardia literaria conocida como el imaginismo, y cuya poesía hace referencia a Homero, Confucio o La Divina Comedia; Pound en la Segunda Guerra mundial realizó transmisiones de radio, desde Radio Roma, para pedir que su país no invadiera a la Italia fascista, con la cual comulgaba.

Una metáfora que define bien a la película y al concepto que Pasolini tiene del fascismo es el uso sin medida del poder, llevado a la degradación sexual como una forma de adorar al poder en sí mismo.


De la vida de Pasolini. Pier Paolo Pasolini (1922-1975): Director de cine, poeta, ensayista, filólogo, columnista en periódicos, teórico cinematográfico, agitador político, homosexual confeso, es todo un icono de la cultura italiana. Dirigió a Orson Wells, colaboró con Andy Warhol, persuadió a María Callas para que fuera su estrella en una película, desafío a la poderosa industria cinematográfica italiana de las posguerra película tras película, comunista radical que censuraba a las naciones poderosas por su ambición de riqueza y veía en el nuevo capitalismo (basado en el consumismo) a la nueva forma de fascismo.

Una noche de noviembre de 1975 su carro, un alfa Romeo 2000GT, fue encontrado en manos de un joven de 17 años llamado Pino Pelosi, a quien acusaron, en un inicio, de robo. Después encontraron el cuerpo de Pasolini, ya sin vida, brutalmente golpeado. El joven confesó su crimen, declaró que contactó con el director, subió a su carro, tuvieron roces sexuales, pero cuando Pasolini le propuso un acto sexual, él se molestó e inició la salvaje golpiza. Pelosi fue condenado a 9 años y 2 meses de prisión.

Hace unos meses la televisora pública RAI-3 entrevistó a Pelosi, quien se retractó de sus declaraciones de hace 30 años, dijo que él no fue el culpable, sino que fueron tres los asesinos de Pasolini, en el programa televisivo Las sombras del misterio reveló que él encontró a Pasolini cerca de una terminal del tren, subieron al carro, recibió 22,000 liras por favores sexuales y fue entonces cuando los desconocidos llegaron a atacar a Pasolini. Pelosi tomó el carro y escapó.

El asesinato de Pasolini fue y sigue siendo un misterio, cabe destacar que su asesinato ocurre a muy poco tiempo de haberse estrenado Salo o los 120 días de Sodoma. Existen varias especulaciones sobre el crimen. Una versión habla sobre el secuestro del original de la película, que fue la causa real del asesinato del director.

Probablemente nunca se sepa la verdad en torno al asesinato de Pasolini, un personaje incomodo para el sistema político, un trasgresor. A su muerte la prensa italiana dijo que Pasolini fue encontrado culpable de asociación artística.

Salo o los 120 de Sodoma es una película que, para los amantes del cine, tarde o temprano tiene que ser vista. Muchos aconsejan que sea en soledad para que ese espejo, que es la película misma, donde la humanidad se ve reflejada, no nos asuste y avergüence tanto, o al menos podamos disimularlo.




Rubén Nava Noguerón
ranava64@gmail.com